Tras la instalación o reparación de toldos en Madrid, lo que ves es la lona, pero bajo ella se encuentra toda una estructura que pasa desapercibida.

El esqueleto, también conocido como herraje de tu toldo, es lo que sostiene al toldo, su moldura. Su composición es muy variada, pero seguramente ya sepas que habitualmente estos armazones están fabricados de aluminio.

Los expertos en la reparación de toldos en Madrid sabemos que la lona suele requerir un mantenimiento posterior, mientras que el esqueleto es más fuerte ante el deterioro. No obstante, también requiere de tus cuidados pasado un tiempo. Por ello, debes apuntar algunos consejos para mantenerlo fuerte y resistente.

Debes protegerlo de las inclemencias de los fenómenos meteorológicos. Por ello, debes conservarlo seco y limpio, arreglando los pequeños desbarajustes que puedan ocasionar las lluvias de temporada. Con un paño mojado con jabón y agua es más que suficiente para limpiarlo cuando veas que lo necesita.

Cuando cierres el toldo, comprueba que todos los elementos que lo componen funcionan correctamente. Sobre todo, presta especial atención si lo has dejado abierto mientras ha tenido lugar algún chaparrón.

Y hablando de cerrar, tanto cuando hagas esto como cuando lo abras, hazlo con suavidad, sin forzarlo en el caso de que se quede atrancado. Y es que, generalmente esto sucede si hay algún obstáculo en el mecanismo, y forzarlo solo lleva al deterioro. Fíjate bien y retira el elemento que impide su correcto funcionamiento antes de dañarlo.

Estos elementos suelen ser principalmente hojas o excrementos de insectos y aves que se acumulan durante el tiempo que no se mueve el toldo.

Para evitar daños innecesarios en el toldo, lo mejor es que se revise con cierta periodicidad anual. Por ello, desde Artestor te recomendamos nuestros servicios, ya que te ofrecemos una amplia experiencia en el sector para solucionar cualquier incidencia que puedas tener.